El lino, perfectamente blanco o bien de color o bordado a mano, es un tejido muy valioso que transmite inmediatamente elegancia y simplicidad. Su perfección es un himno al buen gusto; liso o bien arrugado naturalmente, es un tejido natural apreciado en todo el mundo como signo tangible de calidad.
El lino es una fibra natural mucho más resistente de lo que puedas pensar, su principal característica es ser la fibra más resistente a las tensiones y estirones, es eso precisamente lo que a veces asusta un poco. Pero, una vez aprendido el truco, podrás disfrutar de tu lino en distintos momentos del día: cuando te despiertas sobre una funda de lino que huele limpio, comiendo en una linda mesa con mantel o bien en el sofá, entre cojines frescos bien rellenos.
Cómo lavar lino en casa
El lino recién lavado huele increíble, y hay pocas cosas que puedan darte mayor sensación de bienestar.
El lino encoge siempre la primera vez que se lava y luego no vuelve a hacerlo. Hay, por tanto, dos opciones: lavarlo antes de confeccionar, o adquirir un lino ya lavado, como es el caso de los productos de nuestra tienda Veesy Deco & Casa.
En los dos primeros lavados, se recomienda separar la prenda del resto de los textiles, evitando que las fibras del lino se adhieran a otros tejidos. Como norma general separa siempre colores claros y oscuros, así no te arriesgas a que puedan traspasarse colores diferentes a tus prendas de lino y que conserven su naturalidad.
Para lavar lino, bien sea a mano o a máquina, usa jabón puro o un detergente suave y asegúrate de poner una cantidad suficiente de agua, ya que el lino es muy absorbente. Sigue estos consejos de lavado.
– Limpia cualquier mancha cuando esté reciente.
– La temperatura del agua debe ser fría en ciclo delicado.
– Enjuaga con abundante agua para eliminar todo el jabón, detergente o suciedad residual. Esto evita la formación de manchas, que son causadas por la oxidación de la celulosa (componente principal del lino).
– La mejor manera de mantener blanco el lino de este color es tendiéndolo al sol. Pero si son de color, tiéndelos siempre a la sombra.
- Además de la secadora, el cloro es su gran enemigo. No importa que se trate de lino de color blanco, este producto debilita la fibra y la amarillea.
- Si prefieres lavar tus prendas de lino a mano, hazlo de forma suave pero nunca lo retuerzas con fuerza, ya que podrías romper la fibra y deformarlo. ¡Trátalo con cariño para que te dure muchos años!
Cómo planchar lino
Planchar algo de lino no es una tarea engorrosa si lo haces cuando está un poco húmedo. Si lo tiendes, recógelo antes de que esté totalmente seco. Y jamás uses la secadora. La razón es que el contenido de humedad natural del lino oscila entre el 6 y el 8%. Cuando se seca demasiado, la fibra se vuelve frágil. Si esto pasa, necesitará varias horas para absorber la humedad del aire, rehidratarse y recuperar toda su flexibilidad.
Intentar planchar con el vapor de la plancha un lino muy seco será bastante menos eficaz que plancharlo húmedo.
- Pasa la plancha primero por el revés, y después por el derecho. Así sacarás todo el brillo natural al lino. Pero si es de color oscuro, plánchalo solo por el revés.
- El lino puro soporta temperaturas muy altas de planchado. Pero siempre será más eficaz el planchado con vapor.
- Después de haberle quitado las arrugas con la plancha, déjalo hasta que termine de secarse solo.
Sigue estos consejos para lavar lino en casa y verás cómo se vuelve cada vez más bonito, luminoso y suave, además de disfrutarlo durante años sin que muestre signos de deterioro. Porque uno de los secretos del lino es que su aspecto, durabilidad y suavidad mejora con el tiempo.
Como ves, el lino puede limpiarse en seco, lavarse en lavadora o a mano, o limpiarse con vapor, así que no existen excusas para disfrutar las bondades de esta maravillosa fibra natural.